Abrazar a los hijos «dispersos por el mundo » y cobijarles en el hogar.
Sentir que se meten en sus camas como pollitos y que agradezcan el amor de la madre y la limpieza y paz de siempre.
Abrazar a los hijos «dispersos por el mundo » y cobijarles en el hogar.
Sentir que se meten en sus camas como pollitos y que agradezcan el amor de la madre y la limpieza y paz de siempre.